"La locura lo
convirtió en amor. El tiempo lo convirtió en... nada. Cenizas en el suelo y
polvo en las estanterías. Una flor marchita aún sigue en el jarrón. El agua
está sucia. Las botellas están vacías y las velas consumidas. El oxígeno
avivaba la llama pero respiramos demasiado fuerte. El diván quedó inservible de
soportar el peso de mis recuerdos durante tanto tiempo.
Los libros están
abiertos por una página cualquiera. Los bordes de las hojas están amarillos y
las tapas rotas. Las letras doradas de la portada han perdido su brillo. Al
mismo ritmo que el brillo de tus ojos se perdía entre la niebla. Adiós. Sólo
nos dijimos eso. Adiós. Supongo que no quisimos hacerlo más duro. Sí...
supongo.
Buscaré tus cartas por todos los rincones de la casa.
Buscaré lo que en ellas ponía por todos los rincones de mi mente. Buscaré la
manera de volver a soñar. De volver a vivir con la sensación de poseer el mundo
sólo por oír tus carcajadas.
Sí. Es posible que aún lo recuerdes. Como un tiempo
muy lejano. Agradable. Miles de momentos perfectos. Sí. Los recuerdas. No hay
duda.
Sólo espero que no olvides quién los hizo
realidad."
No hay comentarios:
Publicar un comentario