Pensando todo esto, crecí un poquito mas, aprendí a sonreír y a ver la realidad tal cual como es, pero por sobre todo pude darme cuenta que no sirve el
ORGULLO cuando existe la AMISTAD, que no sirve LLORAR cuando
un amor se va, que no vale la pena aprender a CALLAR y que no existen
FRONTERAS cuando nos sentimos vivos
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