Me acuerdo perfectamente de esa noche, del nudo en el estomago y de la sensación de fracaso volviendo a casa…
Fue hace mucho tiempo, pero cada vez que lo releo, siento otra vez el gusto amargo de las lagrimas al escribirlo.
"Juguemos a un juego, dijiste.
Si sale cara te quedas conmigo.
Era tarde y la película mala,
una de esas de espíritus que no existen
y sustos que no asustan.
Pero yo fingía y tu hacías que no sabías,
y entre grito y grito, me cogias de la mano.
No hablamos de ayer ni de mañana,
de hoy … aún nos daba más miedo.
Y mientras tu decías algo sobre el vino,
y que la pasta a ti te sale mejor…
Yo solo pensaba,
"Callate y besame tonto del culo"
Pero tu seguías hablandome y mirándome mientras pensabas
"Porque no te callas y la besas"
El coche parado delante de tu casa,
entonces, que es cuando se necesitaban,
nos quedamos sin palabras.
Juguemos a un juego dijiste,
Si sale cara te quedas conmigo.
De vuelta a casa,
recordé cada roce de tus dedos,
las risas nerviosas de …que hacemos?
el silencio derrepente,
y el beso … una simple caricia
entre labios entreabiertos
que aún deseando tirar la moneda,
sabían que nunca lo harían?"
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